La esfera de Dyson es una hipotética megaestructura que las civilizaciones más avanzadas del Universo podrían construir alrededor de su estrella madre para cosechar todo el poder de un Sol. Teorizadas en los años 60 por el físico Freeman Dyson, serían la puerta de entrada a una civilización de tipo 2 en la escala de Kardashev, dotando a esos seres extraterrestres de una energía virtualmente infinita. Tal vez nuestro futuro estaba en las estrellas. Y patrullar el cielo en busca de estas construcciones estelares nuestra mejor esperanza para dar con vida inteligente más allá de la Tierra. Sin embargo, muchos consideraron que esas esferas de Dyson era una simple hipótesis. Algo más cercano a la ficción que la ciencia.
Pero todo cambió en el año 2015, cuando Tabetha S. Boyajian, inspeccionando los datos del telescopio Kepler, descubrió unas extrañas fluctuaciones de luz en una estrella a 1.500 años luz de distancia conocida como KIC 8462852. El astro se había oscurecido en un 22% en un solo día, por lo que algo inmenso, mucho más grande que un planeta, había opacado su luz. Algo inmenso estaba orbitando alrededor de la ya bautizada como estrella de Tabby en honor a la astrónoma. Y no era un mundo. Ninguna explicación natural funcionaba. Tanto tiempo después, la hipótesis de la esfera de Dyson volvió a renacer.
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