lunes, 15 de abril de 2024

Visión, olfato, tacto, oído, gusto: ¿de dónde proceden REALMENTE? - Documental Espacio


¿Cómo ha permitido la evolución a los animales desarrollar sus increíbles órganos sensoriales a lo largo de las eras? Nuestro mundo está lleno de animales muy diversos, cada uno de ellos con órganos sensoriales únicos que han sido moldeados y esculpidos a lo largo de millones de años de evolución inspiradora, tejiendo una historia de adaptación. Los secretos del entorno, cuidadosamente captados por el sistema sensorial, cobran vida en nuestro interior, vibrando a través de las vías del sistema nervioso. El sistema sensorial funciona a través de células receptoras especializadas que convierten los estímulos externos en cambios en los potenciales de membrana. Cada sensación, cada emoción, cada reacción tiene su origen en este complejo y magnífico ballet. Es en el corazón mismo de nuestro ser donde tiene lugar la interpretación, donde las señales toman forma, donde las reacciones encajan como piezas de un rompecabezas divino. El sistema nervioso central analiza, comprende y orquesta nuestras respuestas, haciendo vibrar cada fibra de nuestro ser a través de los mensajeros del sistema nervioso periférico. El ser humano y la mayoría de los animales han desarrollado cinco sentidos distintos: la quimio sensación se descompone en dos sentidos principales, el gusto y el olfato. Estos dos sentidos se basan en la interacción de señales quimio sensoriales con receptores moleculares. Todas las percepciones visuales pertenecen a un único sentido, la vista, que utiliza la luz reflejada o emitida por los objetos para explorar el entorno circundante. El oído se considera un único sentido y se dedica específicamente a la percepción de sonidos, mientras que el tacto se dedica a la detección de estímulos mecánicos, como la temperatura, el dolor, la presión y las vibraciones. Cada sistema sensorial, ya sea especial o general, requiere receptores sensoriales para detectar el estímulo. Las distintas células receptoras sensoriales están especializadas en detectar diferentes tipos de estímulos y se clasifican según el tipo de estímulo detectado. La selección natural ha desempeñado un papel clave en la determinación de las funciones de los sistemas sensoriales dentro de cada especie, lo que ha dado lugar a variaciones en estos sistemas según la historia evolutiva específica de cada linaje. Así, los receptores sensoriales han evolucionado en paralelo a la evolución de los estímulos externos.


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